LA SANTA CENA

LA SANTA CENA

Pasaje bíblico.

 

“25Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebáis, en memoria de mí». 26Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga”. 1 Corintios 11.25, 26

 

Versículo para memorizar.

 

“14Este día os será memorable, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis”. Éxodo 12.14

 

Textos relacionados.

 

“42Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Hechos 2.42

 

Introducción.

 

En el Antiguo Testamento, Dios estableció fiestas para que el pueblo recordara lo que Dios había hecho y lo que Dios quería decirles. Una de las fiestas que Dios estableció fue la pascua, que se sustituyó por la Santa Cena. Dios estableció la Santa Cena para hacer memoria de lo que Él hizo en la cruz del Calvario.

 

¿Qué es la Santa Cena?

 

Es la comida simbólica que estableció y mandó nuestro Señor Jesucristo, en la cual los creyentes hacemos memoria de su sacrificio en la cruz.

 

Es interesante el significado de la palabra memoria,  en el idioma griego, abarca más que un simple recuerdo. La palabra sugiere un recuerdo activo, una confesión y una declaración, que cada vez que se hace, desata poder. Cada vez que tomamos el pan y bebemos de la copa, hacemos memoria de la muerte y resurrección de Cristo.

 

 

 

¿Cómo era llamada en el Antiguo Testamento?

 

Se llamaba “La fiesta de la Pascua” la cual se celebraba cada año y simbolizaba la liberación del pueblo de Israel de Egipto.

 

“1Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, y les dijo: 2«Este mes será para vosotros el principal entre los meses; os será el primero de los meses del año. 3Hablad a toda la congregación de Israel, y decid: “El día diez de este mes tomará cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”.

Éxodo 12.1‑3

 

“14Este día os será memorable, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis”. Éxodo 12.14

 

¿Cuántas veces debemos tomar la Santa Cena?

 

Tan a menudo como la necesitemos. Esto implica que cada vez que un creyente desee recordar el sacrificio de Jesús, puede hacerlo tomando la Santa Cena.  Esto queda a la discreción de cada iglesia local  o de cada creyente.

 

¿Quiénes pueden tomarla?

 

La Santa Cena es para todos los creyentes. A los inconversos, no se les debe dar debido a que para tomarla, cada persona debe tener conocimiento de lo que está haciendo. De otra manera, la persona come y bebe juicio de Dios.

 

¿Cuáles son los requisitos para tomar la Santa Cena?

 

·         Ser creyente nacido de nuevo.

·         Discernir correctamente el cuerpo de Cristo. Cualquier persona que no toma la Cena dignamente (esto es, que tenga pecado en su vida y no se arrepienta) y la toma como si nada sucediera, será juzgada por Dios.

 

¿Cuáles son las consecuencias de tomar la Santa Cena indignamente?

 

·         Será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.

 

“27De manera que cualquiera que coma este pan o beba esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor”. 1 Corintios 11.27

 

·         Será juzgado por Dios. Como resultado de tomar la Santa Cena indignamente, el juicio de Dios será enfermedad, debilidad y muerte.

 

·        “29El que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos han muerto. 31Si, pues, nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32pero siendo juzgados, somos castigados por el Señor para que no seamos condenados con el mundo. 33Así que, hermanos míos, cuando os reunáis a comer, esperaos unos a otros. 34Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que no os reunáis para condenación. Las demás cosas las pondré en orden cuando vaya”.   1 Corintios 11.29-34